"Oleo de Hermel Quezada"
Hace cuarenta y cinco años atras, yo era un niñito de inquietante mirada hacia el entorno que me rodeaba, siempre estaba atento y entusiasmadísimo escudriñando mi "Universo verde".
A orillas del caudaloso rio cucaracha, se levantaba nuestra casita campestre, construida con pambil, caña guadúa, moral y cobijada con grandes hojas de bijao. Para llegar a éste paradisiaco lugar, teniamos que viajar 6 horas a lomo de caballo.
Este gran sector agricola toma el nombre del rio que lo circunda (Cucaracha).
Todos los dias al despuntar el dia, volaban por encima de nuestras cabezas, grandes vandadas de aves en busca de alimento y por la tarde de entre las 5:00pm-6:00pm...regresaban en sentido contrario, al calorcito de su nido. La algarabía era de volumetrico y ensordecedor sonido......Tucanes, papagayos de todos los colores, loros reales, pacharacas, pavas de monte, tec.
Las largas jornadas que mi padre y hermanos realizaban en la finca, me permitía permanecer a mi solo, durante la mañana y parte de la tarde, en nuestra casa junto al rio. Yo aprovechaba muy bien eso. Caña en mano, pequeñito machete y, un tarro repleto de lombrices, me permitian extraer de dentro del agua peces barbudo, viejas, guanchiches y sabaletas. La fauna marina era generosamente abundante entonces. Comíamos estas delicias siempre acompañadas con yuca o plátano verde, claro está, arroz tambien, graminea infaltable en la dieta Ecuatoriana.
